Un poco de historia...
El origen de este lípido funcional
El famoso aguacate que tan de moda se ha puesto últimamente, es un fruto tipo drupa (fruto carnoso con hueso) de forma similar a la de una pera que puede llegar a tener una superficie de color verde oliva o negro según la variedad. Contiene en su interior un hueso central grande y una pulpa verde-amarillenta. Proviene del árbol Persea americana y se originó en México, Colombia y Venezuela dónde se lleva cultivando desde hace miles de años. Los antiguos aztecas lo llamaban ahuacati (testículo) ya que era considerado un fruto afrodisíaco de ahí que también se asociara con la fertilidad llamándose la "fruta de la fertilidad":
Los españoles lo llamaron en un primer momento la "pera de las Indias" por su aspecto ya mencionado. Las regiones de España dónde más se cultiva son Andalucía y Canarias.
Variedades de aguacates
Las variedades de aguacate que más se comercializan son:
- Hass (la más conocida y comercializada), es de pequeño tamaño, rugoso y de piel oscura con la pulpa amarilla; se produce en México y en España, concretamente en Andalucía.
- Bacon (variedad más temprana, de color verde brillante y muy cultivada en España).
- Cocktail o dátil (alargado y sin hueso central, de sabor fino y delicado que se cultiva en España, Israel y comercializa en Francia).
- Fuerte (en forma de pera sin brillo y de piel fina, áspera y sabor exquisito, con un peso aproximado de 250 gramos, cultivado en Israel, Kenia, Sudáfrica y España).
- Pinkerton (alargado y con forma de pera, de piel rugosa y sabor agradable, cultivado en Israel).
- Reed (piel gruesa y ligeramente arrugada, con un tamaño mediano a grande de 270-680 gramos y es una variedad que alcanza altas producciones).
Actualmente, hay dos variedades de aguacates en el mercado: hass y fuerte. A pesar de que tradicionalmente la variedad fuerte era una de las más consumidas en Latinoamérica, el aguacate Hass domina el 95% del mercado mundial.
La porción comestible de un aguacate equivale a 71 gramos por cada 100 gramos de producto fresco.

Problemas medioambientales
Problemas de la excesiva producción de aguacate que produce al medio ambiente
Según fuentes periodísticas el mercado europeo demanda una media de entre 5.000 y 5.500 toneladas semanales de aguacates. El pujante valor del aguacate ha llevado a muchos agricultores a convertirse al monocultivo de este fruto, llegando hasta a quemar amplias zonas de bosque para aumentar su producción, además, como si esto fuera poco, la cremosidad tan apreciada de este fruto está relacionada con una elevada necesidad hídrica de la planta, una característica que hace muy poco sostenible su cultivo a gran escala.

Entre 2001 y 2010, la producción de aguacate en el estado mexicano de Michoacán, que abarca más del 70% de las cosechas del país, se triplicó, y las exportaciones se multiplicaron por diez, según un informe publicado en 2012 por el instituto Tapia Vargas. El informe sugiere que la expansión causó la pérdida de tierras forestales de aproximadamente 690 hectáreas al año entre 2000 y 2010. De 1980 a hoy la superficie destinada a la producción del fruto en Michoacán ha crecido de forma abismal.
Mario Tapia Vargas, investigador del Instituto Nacional de Investigación Forestal, Agropecuaria y de Pesca de México afirma que incluso donde los agricultores no cortan visiblemente los bosques, hay aguacates creciendo por debajo de las ramas de pino y tarde o temprano cortarán los pinos por completo.
Es mundialmente reconocido que una disminución masiva de la capa forestal conlleva a un aumento de los niveles de dióxido de carbono atmosférico. Así mismo, la producción de aguacate no solo afecta a la atmósfera, también a la biosfera, especialmente a la vida silvestre, ya que bosques del estado de Michoacán son zonas donde ivernan las mariposas monarca. Un cultivo de aguacate utiliza casi el doble de agua que un bosque bastante denso, lo que significa que menos agua alcanza los ríos de montaña de los que dependen los bosques y los animales.
Greenpeace avisa de que las personas también podrían sufrir las consecuencias del monocultivo de aguacate. Más allá de la tala de los bosques y de los efectos sobre la retención de agua, el alto uso de productos químicos agrícolas y los grandes volúmenes de madera necesarios para embalar y transportar aguacates son otros factores que podrían tener efectos negativos sobre el medio ambiente y el bienestar de sus habitantes.
