Valor nutricional

El contenido de agua del aguacate es inferior al encontrado en la mayoría de las frutas, mientras que el aporte de lípidos, como en el caso de la aceituna, es muy superior, lo que aumenta su valor calórico. Las grasas que contiene son en su mayor parte insaturadas (monoinsaturadas), destacando en particular el elevado contenido en ácido oleico. También cabe destacar que prácticamente no contiene azúcares a diferencia de otras frutas.

Además, el aguacate es una de las frutas más ricas en fibra, tanto de tipo soluble como insoluble, siendo más abundante esta última. Es rico en minerales como el magnesio y el potasio. Y en cuanto a su composición vitamínica, el aguacate aporta cantidades destacables de vitamina E -potente antioxidante-, a diferencia del resto de las frutas que apenas la contienen.

Además, su consumo contribuye a cubrir las necesidades de otras vitaminas como la vitamina C, y, en menor grado, la vitamina B6. Diversos estudios han indicado que el consumo de aguacate reduce los niveles de colesterol total y de su fracción LDL-Colesterol (colesterol «malo»), así como los triglicéridos en sangre, acción posiblemente debida a su composición en ácidos grasos y a su riqueza en fibra. Algunos trabajos también han indicado que ciertos compuestos aislados del aguacate, denominados persenonas A y B, tienen propiedades antioxidantes y podrían inhibir la producción de radicales libres (implicados en el envejecimiento y la aparición de diversas enfermedades crónicas).

El aguacate también se ha utilizado en el tratamiento de algunas enfermedades de la piel como la psoriasis. De hecho, las cremas elaboradas a base de aceite de aguacate y vitamina B12, han demostrado buenos resultados en el tratamiento tópico de esta enfermedad.


Perfil lipídico del aguacate

Las grasas constituyen el principal componente (aproximadamente el 15% dependiendo de la variedad) tras el agua de los aguacates, por lo que su valor calórico es elevado, como ya ha sido mencionado anteriormente, con respecto a otras frutas.

La composición media de ácidos grasos de este fruto se puede resumir en:

  1. ÁCIDOS GRASOS SATURADOS: 16-22%
  2. ÁCIDOS GRASOS MONOINSATURADOS: 66-72%
  3. ÁCIDOS GRASOS POLIINSATURADOS: 8-11%

Teniendo en cuenta la composición media, la grasa que posee el aguacate es mayoritariamente monoinsaturada, siendo además el ácido oleico, un ácido graso ω-9 (característico también del aceite de oliva), el más abundante, en torno al 65-70% del total de las grasas. El ácido palmitoleico constituye como mucho un 6% dentro del grupo de los ácidos grasos monoinsaturados.

También contiene ácidos grasos ω-3 como el ácido alfa linolénico en una proporción menor del 1% aunque existen estudios que estiman esta cantidad hasta del 3%. Los ácidos grasos ω-6 como los ácidos linoleico y araquidónico están presentes en su composición, y junto a los ω-3 constituyen aproximadamente del 8 al 11% de las grasas del aguacate.

En relación a los ácidos grasos saturados, destacan el ácido palmítico y el ácido esteárico, éste último en mucha menor proporción, constituyendo ambos hasta el 22% de las grasas.

Además, el aguacate aporta todas las vitaminas requeridas (en distintas proporciones) por el organismo a excepción de la vitamina B12 . La presencia de ácido ascórbico en su composición potencia el poder antioxidante de los tocoferoles que se encuentran en la pulpa del aguacate. Los tocoferoles o vitamina E son una de las cuatro vitaminas liposolubles. Esta vitamina tiene un efecto beneficiosos sobre el envejecimiento, las enfermedades degenerativas o el cáncer según numerosos estudios de ICTAN.

En adición, el aguacate contiene lecitina, un fosfolípido necesario para el metabolismo de las grasas.

En relación al colesterol, está demostrado que el aguacate en su composición no tiene dicho compuesto.

También contiene luteina, la cual es un carotenoide que destaca también como antioxidante debido a que ayuda a disminuir el riesgo de degeneración macular, ésta es la causa de ceguera en los adultos mayores de 65 años de edad. La luteina protege también contra las cataratas y ciertos tipos de cáncer. Este carotenoide no es sintetizado por los humanos y es por tanto importante poderlo obtener en la dieta ingiriendo este tipo de alimentos.


Principales propiedades atribuidas


  • Potente antioxidante: en su composición hemos visto que es rico en vitaminas B, C, E y K encargardas de evitar el desgaste celular acelerado. Concretamente, la vitamina E favorece la regeneración de las células, tanto capilares como cutáneas. Por esta razón encontramos tantos productos en el mercado que contengan aguacate: mascarillas faciales, para el pelo, champús, cremas anti-acné...
  • Anti-edad natural: varios estudios han demostrado que el aguacate tiene capacidad para capturar y eliminar los radicales libres que se producen a diario en nuestro organismo. Una acumulación de radicales libres a lo largo de los años, deriva en una modificación de las membranas de las células epiteliales dificultando así la nutrición de la piel. Por otro lado, las células del colágeno y elastina se ven dañadas perdiendo la firmeza y la elasticidad características de la juventud.
  • Rico en fibra: el aguacate es una fruto rico en fibra (1,8%) lo que le hace ser un alimento fácilmente digerible que ayuda a mantener limpio el sistema digestivo. Por ello en ocasiones de estreñimiento se recomienda consumir aguacate por su contenido en fibra.
  • Rico en minerales esenciales: el aguacate nos brinda minerales esenciales como el magnesio, el hierro o el potasio que van a ser capaces de reducir el desgaste excesivo del sistema nervioso manteniendo además el orden de los ciclos metabólicos de nuestro organismo. Al tener un alto contenido en folatos (ácido fólico o vitamina B9) se recomienda su consumo en mujeres embarazadas ya que esta vitamina es esencial para el correcto desarrollo del tubo neural del feto.

    Alergias

    Algunos individuos presentan reacciones alérgicas a la palta (cómo se conoce al aguacate). Existen dos formas principales de alergia: las personas con alergia al polen de los árboles desarrollan síntomas locales en la boca y la garganta poco después de comer aguacate.

    La otra forma principal de alergia, se conoce como el síndrome látex-frutas: el primer caso de alergia al látex se identifico en la década de los 90 con el plátano. El látex es una goma natural que se obtiene de las secreciones lechosas de la corteza del árbol del caucho de Brasil o de Hevea brasiliensis. Con posterioridad se empezó a observar una asociación entre la hipersensibilidad al látex y la alergia a otros alimentos de origen vegetal como los que se listan a continuación: el aguacate, el kiwi, la castaña, la avellana, el melocotón, la papaya, la granadilla, el higo, el melón, el mango, la piña, la fruta de la pasión o maracuyá, el tomate y la patata.

    Actualmente se sabe que el 52% de los pacientes que son alérgicos al látex también lo son a ciertas frutas habiendo sufrido episodios de anafilaxia (reacción inmunitaria severa). Esto se puede explicar por la posible existencia de epítopos (porción de una macromolécula que es reconocida por el sistema inmunitario) comunes entre estas frutas y las proteínas del látex. Por ejemplo las quitinasas de clase I, poseen un dominio heveína N-terminal28 teniendo una gran similitud con la heveína, el alérgeno del látex. Las quitinasas serían enzimas capaces de hidrolizar la quitina (el principal polisacárido que forma parte de la pared de los hongos y de la cutícula de los insectos) y serían estas proteínas las responsables de la alergia. Los síntomas incluyen urticaria generalizada, dolor abdominal, vómito llegando a poder sufrir un choque anafiláctico.

    El procesamiento de la fruta con gas etileno aumenta estas enzimas. Los productos orgánicos no tratados con gas tendrán menos alergias que causan los compuestos. Además, la cocción de los alimentos puede desactivar estas enzimas.

    En la figura 1 se representa la frecuencias de ciertas manifestaciones clínicas de alergia a alimentos en los que se encuentra el aguacate. Vemos que de todos los demás alimentos, este fruto es el que provoca más anafilaxia entre los pacientes alérgicos al látex. 


    Figura 1: Frecuencia relativa y manifestaciones clínicas de alergia a alimentos en un grupo de 50 pacientes alérgicos al látex. *Incluyendo alimentos como la papaya, el higo, la fruta de la pasión, las frutas rosáceas (melocotón, níspero, ciruela), la patata, los frutos secos y los cereales. U: urticaria; AE: angioedema; SAO: síndrome de alergia oral. Fuente: Síndrome látex-frutas Elsevier

    Realizado por Beatriz Fernández, Sara Garrido y Cristina de Salazar
    Creado con Webnode
    ¡Crea tu página web gratis! Esta página web fue creada con Webnode. Crea tu propia web gratis hoy mismo! Comenzar